AMANTE y EXPERTO, no podemos vivir sin ellos

, En este universo del vino, encontramos una fauna muy diversa, pero si o si, existen dos grandes categorías, el AMANTE DEL VINO, o el “wine lover” y el EXPERTO EN VINO o el “wine expert”.

Hace un par de semanas, fuimos invitados, a un matrimonio.  Una vez servido el vino y la comida, el vecino desconocido a mi lado, me "mete conversa" y lo primero que me dice - " la carne está perfecta pero el vino se quedó corto"  y luego me dice, -"yo sé mucho, soy experto en vinos”; a lo que yo respondí  con un, "que interesante", y la conversación despegó.  Me hice la loca.  En la misma mesa, un comensal sentado al frente, dijo, -"a mi también me encanta el vino, pero no se tanto, que es eso del vino se quedó corto?, estoy curioso"-.  Por lo tanto en una misma mesa, tuve la oportunidad de presenciar, un gran encuentro entre un experto y un amante. 

Todo iba bien hasta que llegó un conocido mío, y se encargó de decirles a todos que me dedicaba al vino,  y mi experimento social, se fue a las pailas.

El EXPERTO, es un consumidor lleno de reglas, y con mucha información. Mucho Google.  Por lo general ha pasado en algún momento de su vida laboral cerca de la industria del vino, o en algunos casos sigue en ella.  Domina el lenguaje técnico e incomprensible para el consumidor normal, y a la primera expresión, después de un sorbo, se despacha una frase que deja boquiabierta a su audiencia.  Es muy crítico, domina las cosechas, ha revisado algunas fichas técnicas de algunos vinos.  Tiene por lo general amistades vinculadas al vino.   Va a todas las ferias, y habla con los expositores. Es normal,  se quede degustando, en uno que otro stand, y sin exagerar,  puede incluso corregir algo que algún expositor no dijo bien o no sabe. 

El EXPERTO, lee la prensa especializada, sigue por instagram a la mayor cantidad de actores de la industria posible, les comenta las publicaciones.  Quizás le encantaría, ser “embajador” o “influencer” de alguna de esas marcas, no por dinero, sino que por botellas de vino; porque es un experto, y lo considera que es un derecho ganado.  Domina el arte del servicio, porque tiene amistad con uno que otro sommelier o maitre de buenos restaurantes, y/o hoteles.  Cuando viaja, por lo general, conversa con el personal de restaurantes, es un verdadero aporte.  El EXPERTO es un libro abierto, pero a veces puede ser cansador.  Y entre nosotros, no siempre tiene los mejores vinos en casa.

EL AMANTE, es un vividor, encantador.  El AMANTE, sabe que no lo sabe todo, ni tampoco necesita saberlo, porque seguro tiene un amigo EXPERTO. Tiene un buen vivir y gasta dinero en buenos vinos, y su cava es increíble.  Está en el lugar más vistoso de su casa, porque es un "winelover". Hace fiestas en casa a la cual todos quieren ir, porque saben que va a “sacar” muy buenos vinos.  Hace tours por las viñas, toma cursos, tiene accesorios que trae de afuera, es un encanto.  En la mesa de centro de su casa tiene libros preciosos de viñedos, que ha visitado.  Al AMANTE lo invitan, y sin que lo pida, ciertas viñas quieren que sea su “embajador” o “influencer”, y si le ofrecen dinero, bueno, está dispuesto a conversar.  Porque con ese monto, va a comprar vinos para seguir alimentando su preciosa cava. 

Cuando viaja, visita a sus amigos que tiene afuera, en casas lindas, campos, yates, y les lleva buenas botellas de vino, que llevó en su maleta y eligió con cuidado, porque son vinos que a él le gustan, y conoce el discurso, para lucirse.  El AMANTE es un estratégico, escucha al experto, y luego dice “conozco a alguien que sabe mucho, y me recomendó este vino, te va a encantar”.

Finalmente AMANTES y EXPERTOS, son inseparables, se necesitan.  La industria los necesita.  Lo que si les aseguro, que nunca un Amante va a dejar de serlo, al igual que un Experto.  Son cargos Honorarios, y cuando no están, son inmensamente recordados.

Ustedes dirán y yo, que soy? Yo me considero especialista, estudio y aprendo cada día algo nuevo acerca del vino.   Tengo amigos AMANTES y EXPERTOS y los disfruto inmensamente, porque me nutro de los talentos de cada uno.  Los necesito, de lo contrario, mis fuentes de inspiración estarían incompletas.

 

Buen fin de semana,

Niki