JUZGAS UN VINO POR SU ETIQUETA?

 

Hay un dicho que nace de la Literatura Inglesa, que no se le ha encontrado un autor, pero se sabe que tiene sus orígenes a mediados del 1800s y dice así “No juzgues un libro por su portada”.  Esta frase ha tenido varias derivaciones como “no todo lo que brilla es oro”, o simplemente no te dejes llevar por las apariencias.  Ustedes dirán…. A donde quieres llegar con esto ?

Simple, si nos ponemos a pensar todo el trabajo que es hacer un vino…No!, mejor dicho, todo el trabajo que es hacer un buen vino, es inmenso.  Elegir donde plantar los viñedos, con que clima, sol, exposición, suelo…que viene después, que variedad a plantar, algo tradicional? Algo raro? Algo que se venda como pan caliente o algo que aporte?  Comprar las plantas, podas, conducción del viñedo, y esperar….lo mas difícil , el factor humano.  Esto va a llevar el sello de una viña o un enólogo o un viticultor?

Una vez resueltas estas dudas, que tipo de vino y a qué precio llegar, y para eso definir qué tipo de vinificación, barrica, tratamientos, tiempos, botella, corcho.  Y cuando todo está definido, esperar que la madre naturaleza nos brinde una cosecha medianamente buena o buenísima…y luego nuevamente…esperar...

Después de mucha espera, llega el momento de la cosecha o vendimia.  A estas alturas el viticultor, quien es hasta ahora el que se ha llevado todo el trabajo del campo, le pasa la posta al  Enólogo para el acabado final.  Es importante saber esto porque muchas veces solo se premia al enólogo, y que pasa con el viticultor? que es quien se encargó de las frutas? Bueno, no desviarse.

Se define el día de cosecha, y el avión comienza a despegar!

Al mismo tiempo, en otro lugar físico, muchas veces alejado del ajetreo vitivinícola.  Se comienza a gestar la llamada “imagen”, pero lo más importante "el concepto", esa sique es cueca!!!!…Darle un nombre y un color y un sentido estético a todo esto que puede que esté pasando a cientos de kilómetros.  Que nombre? Quien lo define? La Familia? Los dueños? Los Expertos? El enólogo? Una empresa extranjera? Una nacional? Una encuesta a nivel corporativo?....y si no le pega? Revisa con los abogados el nombre y hay que inscribir! Sirve en Asia, y en USA este nombre....no iremos a meter las patas?..

De donde sacamos un nombre? alguna estrella, algo cósmico, algo cool?, minimalista? un pájaro,  un lugar geográfico que existió y ya no existe…y de repente? Lo encontramos….Y hacemos una etiqueta tipo California, tipo Australia, que no tenga muchas "R" pero si "A" el nombre...son horas y horas, botellas y botellas.  Se meten los parientes de los dueños, amigos, el amigo que sabe mucho y ha viajado....ay nooo ni les digo.

Y luego, gente extraña como nosotros que nos dedicamos a la venta de vino, que nos preguntan muy poco nuestra opinión, debemos venderlo! ..así es la cosa. 

 

Digamos las cosas como son, frente a un vino nuevo, lo único que tienes para tomar la decisión, es el precio y la etiqueta.  Mucha gente solo se lanza, y otras dependen de que alguien les aconseje.  Por lo que, el consumidor está medio entregado.  La etiqueta de un buen vino puede ser espantosa, y a veces un vino que no llegó a ser bueno, tiene una etiqueta increíble, y sale adelante.  Pero hay ocasiones en que  el vino y la etiqueta se conectan, y eso es maravilloso.

 

Buen fin de semana

Niki