LA HORROROSAMENTE DIFÍCIL CONSISTENCIA

 

Ayer escuchaba en la radio, algo sobre Luis Miguel, el Sol de Méjico.  Está en Chile, un poco resfriado, pero bien, estos fríos afectan a cualquiera.  En mi caso personal, crecí viendo su evolución, desde este niño con pelo larguito y traje blanco, con sus dientes separados, hasta la bomba sexy vestido de negro con la modelo que quisiera, cantando como quería.  Compré sus CD, bailé sus canciones, lloré con sus lentos, en fin lo guardé en mi corazón musical.

Aunque suene raro, el cantante es un producto, y a pesar de todo, hasta hoy debe luchar contra todos sus fantasmas por mantener un estándar.  No puede estar arriba y abajo, debe estar siempre bien, y ojalá un poquito mejor, cada vez.  Tiene la obligación, a como dé lugar, de presentar un espectáculo de primera, y hacer vibrar a la fanaticada, porque eso es lo que se espera de él.  Que nos emocione y nos sorprenda siempre.

Ustedes dirán y que tiene que ver esto con el vino?...Pues mucho…y se llama Consistencia.  En primer lugar, la etapa inicial, depende del factor naturaleza. En este sentido, hoy con las tecnologías y los profesionales súper calificados que tenemos en el campo, el error se puede minimizar.  Luego está cuando la fruta entra a la bodega, los protocolos y los pasos, están definidos, pero también hay factores externos imprevistos. 

El empaque, a veces le apuntan y la etiqueta es linda, o a veces no.  A veces el vino es buenísimo, pero la etiqueta es literal fea, y cuesta que se venda.  O a veces tiene una etiqueta linda , y en un cambio de cosecha le cambian el look y la embarran.  Todo eso también es consistencia.  Muchos frentes se deben alinear.

 

Algo muy común, es cuando la bodega cambia a su enólogo, y quiere darle un nuevo enfoque a ese vino, complejo no?  O cambia el viticultor…cambia la mano en el manejo del campo, y la fruta llega con otros niveles de azúcar por ejemplo. 

Un caso que está fuera de discusión, porque es a otra escala, es el “Devil´s Locker” como le dice un amigo de USA.  Es un vino, ya hecho a una escala industrial, con contratos de años, con sus productores de uva, con un equipo enológico, que aunque cambie la fórmula es la misma, misma etiqueta, pero ahí la dificultad es mantenerla, es otro nivel de consistencia.

Pero las bodegas a escala pequeña, y mediana, a veces pueden tomarse ciertas libertades de hacer algunos cambios, si.  Pero  la consistencia, no pueden sacrificarla, porque es muy notoria, y no solo eso, les sale carísima.  No estamos hablando de que sean todos los vinos iguales de una cosecha a otra, pero si que me sigan emocionando.  No bajar el estándar. Como hacemos que se mantenga la consistencia?  

Es lo que esperamos que el Sol de Méjico, haga en el escenario en sus próximos 8 conciertos en Chile….ánimo Luis Mi.

 Buen fin de semana,

Niki