MARIDAJE, …QUIEN LE DIJO QUE TENÍA QUE SER PERFECTO?
Mucho se habla del maridaje, que esto con esto, y el realce del vino con esta comida. Y en el mundo de los vinos, que va de la mano de la gastronomía, este es un tema inmenso y recurrente. Hoy se habla de vinos versátiles, que armonizan con menús complejos de degustación. Porque seamos honestos, la experiencia va a depender de toda una puesta en escena y una vivencia, que ojalá sea memorable, y obvio, buenos vinos. Palabras como construcción y la deconstrucción, cocina molecular, la globalización, ingredientes endémicos, complejidad, armonía, seducción, sensación; es algo que necesitamos vivir, pero insisto el vino es importante. Que elegimos primero, la comida o el vino? En mi caso, el vino.
Por otro lado, están estas hadas madrinas, que unen todos los sabores, y tiene esta especie de varita mágica, que lo convierte todo en una experiencia increíble. Y han hecho y probado y reprobado, y van y compran lo mejor de lo mejor, se levantan antes que el sol, para lograr, que todo funcione. Y lo logran.
Si entras al cable, you tube o instagram, o la plataforma que te sea más amigable, pones palabras como wine pairing, maridaje, food lover, foodie, vino, gastronomía, tu nómbralo y puedes estar miles de horas viendo recetas, experiencias en todas partes del mundo, es impresionante.
Pero para ser sincera, llámenme “mata sueños” pero el maridaje perfecto no existe, y no es terrible si no lo logras. No va a pasar nada malo, si comes lo que quieres y tomas el vino que te gusta. En serio no va a pasar nada malo!
Pero!....siempre hay un pero, siempre hay unos pequeños consejitos…los quieres saber?
Lo primero que debes saber, y esto es si o si, nadie tiene la verdad absoluta. Es simple, una sola palabra, tu factor cultural. De donde eres, que se comía en tu casa, se cocinaba, eran más de carne o eran más de verduras, eran de la costa, o eran del sur cordillerano?
Partamos por el sabor de más impacto, las papilas gustativas en la punta de la lengua. El dulce. Los platos dulces o postres, hacen que los vinos se sientan muy ácidos y como “agüita”. Por eso siempre en este caso se recomiendan vinos como oportos, cosechas tardías, jerez, pajarete, o algún licor. Pero siempre buscando lo dulce.
Ojo con los sabores amargos, son un verdadero peligro. Cuando son intensos, cambian absolutamente el sabor del vino, lo vuelven más amargos, y pareciera, si es tinto, que el vino es una bomba de de taninos, lo vuelve muy secante. Asique cuidado, busque variedades muy afrutadas tintos y blancos expresivos y casi frescos del año o de un año , muy joven.
Los sabores ácidos, son los que más debemos querer. Hacen que el vino se sienta afrutado, dulcesito, suaviza los taninos. Es un sabor que todos amamos, quienes producimos vinos, y quienes cocinamos. Con vinos frescos y de buena acidez, es fantástico. Ahí tiene mucho donde elegir.
El sabor salado, a estas alturas es un gran comodín. Porqué? Simplemente porque armoniza con casi todos los vinos. Solo que cuando se le pasa la mano con la sal, bloquea el vino y lo mata, no le vamos a sentir el sabor.
Y por último hay ciertas cosas que debe tener clarísimas
El glutamato mono sódico, hace que los vinos se sientan súper ácidos y con poco cuerpo. OJO
Las alcachofas, espárragos y el tomate, son ingredientes en los platos, que pueden ser enemigos medio escondidos, si el chef no los maneja bien. En mi opinión muy personal, el único buen soldado que les hace el peso, es un buen Sauvignon Blanc, pero esto es prueba y error.
Y por último, los vinos con mucho cuerpo y mucha barrica, puede que sean increíbles, y los amamos, y quizás Ud. pagó un dineral, pero no siempre son los mejores para maridar.
El concepto básico de un maridaje, es que todos los elementos se acompañen y ojalá ninguno sobresalga más que otro. Que todos en conjunto se luzcan, un verdadero trabajo en equipo. Como los equipos de futbol, si un jugador es muy bueno, el equipo está desequilibrado.
Jueguen, mezclen, coman el día jueves un "lumami", recaliente lo del día anterior, porque siempre es más rico, dejen el vino reposar en el refri, y ábranlo al otro día. Cierren los ojos, buena música y entrenen esas papilas.
Buen fin de semana.
Niki