PASTIS, DESTILADO DE ANIS

El año 1997 conocí el Pastis de Ricard, y nunca más lo dejé!  Estaba cursando mi Postgrado en Francia, en la Universidad de Montpellier,  en Comercialización de Vinos.   Los primeros tres meses no fueron lo mejor del mundo.  Era pleno invierno, días cortos, fríos, entender los sistemas de un país que a veces no es tan amistoso, mi conexión con Chile era la cabina de teléfono y el fax, y la moneda eran los Francos.  A pesar de haber estudiado francés 3 años, el acento local, se me hacía muy difícil.  No era un curso para extranjeros, por lo tanto las facilidades idiomáticas no existían.  Yo llegaba a clases, el profesor hablaba sin parar en francés, yo entendía lo que decía y tomaba notas en español, y por las noches, en mi habitación, transcribía al cuaderno de la materia con calma, en francés.  Cuento corto, era como que  iba a clases dos veces al día. 

De a poco me fui haciendo un grupo de amistades, muy variopinto.  Todas y todos francófonos.  Fui identificando, las diferentes personalidades, y logré tener tres muy buenos amigos y una gran amiga que conservo hasta hoy.  Y de a poco entramos en "onda", y los fines de semana, salíamos.  Para mí, era bastante extraño esto de salir a las 7pm y cuando el carrete era increíble, ya estaba de vuelta en la Universidad  las 00.30.  Yo les explicaba que en Chile a veces volvíamos a las 6 o 5 am, era algo que no podían entender.

El bar donde íbamos todos los estudiantes era cerca, muy rústico, una barra, mesas.  El dueño, un gordo, chascón canoso, que hablaba de todos los temas con un desparpajo que daba susto y lo hacía adorable a la vez.  El conversaba con todos, y sin preguntar nos ponía en la mesa un vaso largo con un medida de pastis para cada uno,  una jarra de agua, y unos pocillos rebalsados de pistachos.  Era como un código, nadie pedía, solo llegaba, y cuando el ruido de todo esto chocaba con la mesa, la conversación comenzaba.

Yo siempre he sido "buena para la conversa!" , pero los primeros tres meses, era frustrante la socialización, con lo torpe que estaba todavía con el idioma, no se reían de mis bromas, más bien de mis errores de pronunciación… por lo que decidí unirme a ellos, y reírme de mis tonteras también, e  intentar mejorar el acento, y disfrutar este momento de mi vida que no se iba a repetir.  Las reuniones en torno a la mesa disfrutando el pastis se hicieron habituales, y eran maravillosas.

Después de unos tres meses, un día no sé cómo mi mente hizo click, y comencé a hablar francés fluido.  Empecé a entender mejor a los profesores, levantaba la mano en clases para preguntar, los perseguía después de hora para hacerles preguntas, salía con mis amigos, viajaba sola o con ellos, y el pastis era parte de mi cultura.  Incluso a veces les tiraba tallas cuando salíamos, y le lograba sacar una sonrisa, inesperada para un francés. 

Es por esto que cada vez que disfruto un poco, viajo.

Que es el Pastis?  Es un destilado a base de anís que tiene origen en Marsella, es muy fresco y su nivel de alcohol va entre 40 a 45°. 

Se sirve con agua 1 parte de pastis por 5 partes de agua, y si quiere con hielo.  Puede ser en vaso largo, o en un tumbler bajo.    Es rico como para conversar, en la terraza, y con un poco de pistacho o frutos secos va perfecto.  Siempre tengo una botella en el refri.

Si no lo han probado, es una linda experiencia, y si les gusta, los entiendo.  Para ambos casos.  Lo encuentran en nuestra tienda!

Buen fin de semana