QUE SABES DE VARIEDADES MEDITERRÁNEAS
Se han topado en algunas cartas de vino, escuchado o les suena el termino variedades mediterráneas en vinos?
Siempre hablamos de la grandilocuencia y majestuosidad de las variedades bordelesas, como Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon, Carmenere, Merlot, Petit Verdot y Malbec, y nos olvidamos de las bondades de las mediterráneas.
Pero como ya lo hemos conversado antes, variedades para vino hay aproximadamente 20.000 registradas, y de esas solo 200 son las más populares !!! para elaborar vinos en la industria mundial del vino.
Las variedades mediterráneas tienen su origen en la cuenca del Mar Mediterráneo, es decir Sur de España, Francia, Italia principalmente. Necesitan calor, y cierta ventilación. Requieren suelos pedregosos, ya que son estas piedras las que finalmente absorben el calor y calientan la viña, ayudando a la maduración de la fruta. El clima mediterráneo tiene características definidas, como estaciones marcadas, inviernos suaves y veranos cálidos.
Y adivinen en donde llegaron hace mucho para quedarse…siiii…a Chile.
En Chile, las principales variedades mediterráneas, Cinsault, Grenache, Carignan y Monastrell (Mourvedre o Mataró), llegaron por primera vez a Chile en 1938. Luego del terremoto de Chillán, para recuperar lo que ya estaba plantado, se volvió a hacer una nueva importación y definitivamente encontraron en nuestro clima mediterráneo chileno un excelente hogar.
Las variedades mediterráneas, son entre si un buen apoyo para ensamblajes, por eso los amantes de los ensamblajes las aman. Vinos frescos, ligeros, de color medio, versátiles, con una paleta de colores y sabores, que sirve para descorchar en una terraza y poner el tinto en una cubeta, hasta acompañar una carne .
La Garnacha, da vinos muy concentrados, con mucha fruta roja, casi una mermelada de guindas, y un color púrpura increíble. Si no se le controla su madurez en la viña, se le arranca el alcohol, por eso hay que tenerla “cortita”. En el caso del Cinsault, aporta el frescor, es decir tiene una acidez más alta, fruta roja nuevita como cerezas de enero. La Mourvedre o Monastrell o Mataró, por su lado, necesita calor, y entrega toda la parte cárnica, es muy apreciada en las mezclas. Y falta la Carignan o Cariñena o Mazuelo, muy usada en España, esta tiene de todo; acidez, tanino y color, se necesita para notas especiada y sobre todo para la estructura.
Hay muchas mediterráneas más, pero vamos de a poquito. Como ven cada una con su talento y juntas hacen maravillas.
Chile tiene un gran potencial para estas variedades, los invito a atreverse y les propongo un par de alternativas, que ojalá los tienten y si lo acompañan con una tabla de charcutería y buena compañía, el panorama es inmejorable!!!….yo ya las degusté y me encantaron, se las tenía que compartir!
Buen fin de semana,
Niki